Prohibido antojar: ¿Por qué los Oscars le tienen tanto miedo a las películas sobre sexo?

Con la lista de nominados a los Premios Oscar 2025 ya publicada, las redes no tardaron en encenderse con debates sobre las películas que quedaron fuera. Mientras nombres como Anora y Nosferatu se llevan todos los aplausos y nominaciones (como deberían), otras grandes películas que exploraron la sexualidad de forma honesta y cruda no recibieron ni una mísera mención. ¿Está la Academia enviando un mensaje sobre qué tipo de cine es “aceptable”?

 

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¿Por qué ‘Challengers’, ‘Baby Girl’ y ‘Queer’ quedaron fuera de los Oscars?

Estas tres películas fueron aplaudidas tanto por críticos como por el público por su narrativa audaz y su exploración de la sexualidad sin tapujos. Sin embargo, parece que la Academia decidió darles la espalda.

Mientras que títulos como Poor Things el año pasado, y este año Anora o incluso Nosferatu, abordan temas sexuales de forma tangencial o simbólica, Challengers, Baby Girl y Queer los ponen al centro de la conversación. Tal vez ese enfoque directo sea el problema: parece que a los Oscar les sigue incomodando el sexo explícito, aunque este esté justificado narrativamente y se trate con sensibilidad.

No es la primera vez que pasa. En 2019, Jennifer Lopez brilló en Hustlers, una película que exploraba la vida de un grupo de strippers que enfrentaban las consecuencias del capitalismo extremo. Pese a su éxito y las predicciones de los críticos, la película fue completamente ignorada por la Academia.

El patrón es claro: la violencia podría ser, de hecho, más aceptada que el sexo en el cine de Hollywood. Prueba de ello es que este año The Substance, que explora los extremos del cuerpo humano en un contexto violento y visceral, logró colarse entre las nominadas a Mejor Película. Parece que mientras las historias de violencia sigan dominando la conversación, el sexo seguirá siendo un tema tabú para los votantes de los Oscar.

Tal vez la Academia debería replantearse qué tipo de historias está celebrando y cuáles está dejando fuera, porque ignorar películas brillantes solo por su contenido sexual dice mucho más de ellos que de las películas mismas.

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