Moreno Bonilla, líder en confrontación e incoherencia
Moreno Bonilla nunca ha tenido problema en prometer una cosa y al día siguiente hacer todo lo contrario. Pero esta actitud natural de incoherencia suya, en los últimos días, ha ido a más. Se le ve más nervioso y la sonrisa se le ha borrado de la cara. Lo mismo tiene algo que ver con que la vicepresidenta primera del Gobierno de España, María Jesús Montero, ha presentado su candidatura a la secretaría general del PSOE de Andalucía. A Moreno Bonilla nunca le ha gustado mucho eso de trabajar, lleva prácticamente seis años sin hacerlo. Él prefiere ganar adeptos confrontando con el gobierno de la nación. Su gestión queda circunscrita a la falsa cantinela de que no nos dan los que nos merecemos. Él sabe que miente, pero le da igual. Él conoce perfectamente que nunca han llegado más recursos e inversiones a Andalucía que con Pedro Sánchez como presidente. Solo en 2024 han llegado 28.000 millones para invertir en sanidad, dependencia o educación. La estrategia de confrontación del presidente andaluz del PP a veces está a la altura de Ayuso, incluso hay situaciones donde la supera. Es el caso de los dos últimos frentes que ha abierto, el de exigir ahora al Gobierno de España los 112 millones para guarderías que hace unos meses rechazó y el pedir 75 millones más provenientes del impuesto de la banca, una medida a la que el PP se opuso en el Congreso de los Diputados. Vamos por partes. Hace unos meses, la Junta de Andalucía decidió renunciar a los 112 millones de euros que le correspondían para financiar guarderías y escuelas infantiles. Eran fondos del gobierno de la nación con el objetivo de fortalecer la educación infantil, un pilar esencial para la conciliación familiar y el desarrollo temprano de la infancia. ¿Y qué hizo Moreno Bonilla? Rechazarlos. Dijo que no los quería. Nadie entendió cómo el presidente andaluz del PP podía decir que no a 112 millones de euros. Su argumento era que no necesitaba estos fondos y por eso terminaron redistribuyéndose entre otras comunidades autónomas, varias de las cuáles eran del PP. Fue una decisión incomprensible, que dejaba claro lo poco que le importaban a Moreno Bonilla las necesidades de miles de familias andaluzas. Pero cuando todo el mundo pensaba que el presidente andaluz del PP no lo podía hacer peor, va y se supera. Ahora Moreno Bonilla reclama esos mismos 112 millones al Gobierno central. Concretamente, la consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional acaba de salir esta semana en los medios diciendo: "Agradeceríamos muchísimo que nos devolvieran nuestros 112 millones, que sentimos nuestros". ¿Puede haber mayor cinismo? Queda claro que es lo que buscan. Solo pretenden el agravio territorial e intentar responsabilizar al gobierno de la nación de la propia incompetencia de la Junta de Andalucía. El segundo caso que evidencia la incoherencia de la Junta de Andalucía son sus duras criticas, porque dicen que ingresan menos millones de lo que les corresponden en el reparto del impuesto sobre...
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