Fracasa la censura contra Bayrou, Le Pen es la única «garantía» de estabilidad en Francia

Tras dos horas y media de agrio y confuso debate parlamentario de todos contra todos, en la Asamblea Nacional, solo 131 diputados de extrema izquierda, comunistas y ecologistas votaron la censura del gobierno de François Bayrou, confirmando que Marine Le Pen tiene en sus manos la frágil estabilidad de Francia, caída de hinojos en la crisis más grave desde la fundación de la V República, entre 1958 y 1962. Era necesario el voto de 289 de los 577 diputados para conseguir la censura del gobierno de Bayrou, nombrado primer ministro el 13 de diciembre pasado . Solo 131 diputados votaron la censura, 446 se abstuvieron. La censura fue rechazada, dejando al descubierto un campo de ruinas políticas . Según la Constitución, en las mociones de censura solo votan los partidarios de censurar al gobierno. El resto no participa en la votación. El agrio debate parlamentario confirmó que la Francia política se encuentra en un estado lamentable . En nombre de La Francia Insumisa (LFI), Manuel Bompard justificó la moción por esta razón: «El gobierno del señor Bayrou se ha inventado unas presuntas negociaciones donde sus adversarios siempre son perdedores». François Bayrou, primer ministro, le respondió de manera muy seca: «Ustedes quieren imponer una guerra intestina permanente contra la integridad de nuestro país». Olivier Faure, líder del PS, confirmó que los socialistas no votarían la censura , sin descartar, ni mucho menos, su apoyo a otra censura, más adelante, cuando se presenten los presupuestos del Estado: «Esta vez no vamos a censurar. En el futuro, todo dependerá del comportamiento del gobierno». Ante esa decisión socialista, Jean-Luc Mélenchon, líder de LFI, sacó la gran consecuencia política de fondo: «Los socialistas han dividido y fracturado a las izquierdas». Sentencia severa y evidente: las izquierdas francesas han entrado en un proceso «cainita». En nombre del PCF, Elsa Faucillon, justificó la censura por estas razones : «Los comunistas hemos hecho propuestas, pero el gobierno no quiere saber nada». Cyrielle Chatelain, confirmó la censura ecologista por razones de fondo: «El materia económica, social, pensiones, medio ambiente, el gobierno minoritario está en los antípodas de nuestras posiciones». Michèle Tabarot (Droite républicaine, derecha tradicional) confirmó la oposición conservadora a la censura ya que, a su modo de ver, «Francia está en crisis y necesita estabilidad». Por su parte, los portavoces de los tres partidos centristas que están a favor de Bayrou, como primer ministro, y Emmanuel Macron, como presidente, insistieron en un apoyo sin tacha , minoritario, pero solidario en la «resistencia». En nombre de Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), Sébastien Chenu recordó con ironía cruel que la estabilidad de Francia está en manos de Marine Le Pen : «¿Qué hay que censurar esta tarde? Nada: un rosario de vaguedades, imprecisiones. Los socialistas han deseado creer que el señor Bayrou dará marcha atrás a la reforma de las pensiones que nosotros queremos abolir, para restaurar la jubilación a los 60 años. Esperamos a pie firme las decisiones concretas del gobierno. Cuando se conozcan esas decisiones será el momento de censurar, si es necesario. En su momento, juzgaremos al gobierno por sus actos». Fracasada la primera moción de censura, el gobierno de François Bayrou comienza una peligrosa carrera de obstáculos . Extrema izquierda, extrema derecha, socialistas, comunistas y ecologistas tienen algo importante en común: desean restaurar la jubilación a los 60 años… Cuando el gobierno presente los presupuestos del Estado, con «rapidez», el riesgo de censura volverá a repetirse, con la extrema derecha de Marine Le Pen, como única «garantía» de estabilidad.

Jan 16, 2025 - 19:31
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Fracasa la censura contra Bayrou, Le Pen es la única «garantía» de estabilidad en Francia
Tras dos horas y media de agrio y confuso debate parlamentario de todos contra todos, en la Asamblea Nacional, solo 131 diputados de extrema izquierda, comunistas y ecologistas votaron la censura del gobierno de François Bayrou, confirmando que Marine Le Pen tiene en sus manos la frágil estabilidad de Francia, caída de hinojos en la crisis más grave desde la fundación de la V República, entre 1958 y 1962. Era necesario el voto de 289 de los 577 diputados para conseguir la censura del gobierno de Bayrou, nombrado primer ministro el 13 de diciembre pasado . Solo 131 diputados votaron la censura, 446 se abstuvieron. La censura fue rechazada, dejando al descubierto un campo de ruinas políticas . Según la Constitución, en las mociones de censura solo votan los partidarios de censurar al gobierno. El resto no participa en la votación. El agrio debate parlamentario confirmó que la Francia política se encuentra en un estado lamentable . En nombre de La Francia Insumisa (LFI), Manuel Bompard justificó la moción por esta razón: «El gobierno del señor Bayrou se ha inventado unas presuntas negociaciones donde sus adversarios siempre son perdedores». François Bayrou, primer ministro, le respondió de manera muy seca: «Ustedes quieren imponer una guerra intestina permanente contra la integridad de nuestro país». Olivier Faure, líder del PS, confirmó que los socialistas no votarían la censura , sin descartar, ni mucho menos, su apoyo a otra censura, más adelante, cuando se presenten los presupuestos del Estado: «Esta vez no vamos a censurar. En el futuro, todo dependerá del comportamiento del gobierno». Ante esa decisión socialista, Jean-Luc Mélenchon, líder de LFI, sacó la gran consecuencia política de fondo: «Los socialistas han dividido y fracturado a las izquierdas». Sentencia severa y evidente: las izquierdas francesas han entrado en un proceso «cainita». En nombre del PCF, Elsa Faucillon, justificó la censura por estas razones : «Los comunistas hemos hecho propuestas, pero el gobierno no quiere saber nada». Cyrielle Chatelain, confirmó la censura ecologista por razones de fondo: «El materia económica, social, pensiones, medio ambiente, el gobierno minoritario está en los antípodas de nuestras posiciones». Michèle Tabarot (Droite républicaine, derecha tradicional) confirmó la oposición conservadora a la censura ya que, a su modo de ver, «Francia está en crisis y necesita estabilidad». Por su parte, los portavoces de los tres partidos centristas que están a favor de Bayrou, como primer ministro, y Emmanuel Macron, como presidente, insistieron en un apoyo sin tacha , minoritario, pero solidario en la «resistencia». En nombre de Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), Sébastien Chenu recordó con ironía cruel que la estabilidad de Francia está en manos de Marine Le Pen : «¿Qué hay que censurar esta tarde? Nada: un rosario de vaguedades, imprecisiones. Los socialistas han deseado creer que el señor Bayrou dará marcha atrás a la reforma de las pensiones que nosotros queremos abolir, para restaurar la jubilación a los 60 años. Esperamos a pie firme las decisiones concretas del gobierno. Cuando se conozcan esas decisiones será el momento de censurar, si es necesario. En su momento, juzgaremos al gobierno por sus actos». Fracasada la primera moción de censura, el gobierno de François Bayrou comienza una peligrosa carrera de obstáculos . Extrema izquierda, extrema derecha, socialistas, comunistas y ecologistas tienen algo importante en común: desean restaurar la jubilación a los 60 años… Cuando el gobierno presente los presupuestos del Estado, con «rapidez», el riesgo de censura volverá a repetirse, con la extrema derecha de Marine Le Pen, como única «garantía» de estabilidad.

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