En Europa, 2024 marcó un punto de inflexión: por primera vez la solar y la eólica se están comiendo al gas y al carbón
Europa ha comenzado el año alcanzado un hito: la energía solar es la fuente que creció más rápido en la UE durante 2024, superando por primera vez al carbón. El meteórico ascenso. Un informe reciente de Ember ha destacado que, en los últimos diez años, se ha triplicado la producción solar, mientras que la eólica se ha duplicado en el mismo período, pero estancándose el último año. Los resultados del análisis han demostrado que este crecimiento ha empujado a los combustibles fósiles a su nivel más bajo en 40 años. En Xataka En Europa, el plástico reciclado vale más que el nuevo y la culpable es una vieja conocida: la directiva de los tapones Declive del carbón. En el año 2019 comenzó el Pacto Verde, declarando oficialmente una “emergencia climática”. A partir de ese momento, se exigió a la Comisión Europea a adaptar todas sus propuestas para limitar el calentamiento global a 1.5ºC. En ese momento, el carbón ocupaba el tercer puesto como la fuente más importante de energía junto con el gas. Actualmente, se encuentra en sexto lugar en un 10%. En una declaración con Reuters, el analista del informe Chris Rosslowe ha señalado: “Durante los últimos dos años hemos visto fuertes caídas tanto en el carbón como en el gas en el sistema energético de la UE y los combustibles fósiles están ahora en un mínimo histórico”. Esta marginalidad de la que habla el analista reside en el aumento de la generación solar y eólica por parte de los Veintisiete, lo que ha ayudado a evitar importaciones por valor de 59.000 millones de euros. Además, como expone en su propio informe, más de la mitad de los países miembros no tienen energía a base de carbón o solo tienen una participación inferior al 5% en su mix eléctrico. ¿Y qué pasa con el gas? Aunque hubo un pequeño repunte en la demanda eléctrica, la generación de gas disminuyó por quinto año consecutivo. En el último lustro, el consumo total de gas en la UE se redujo en un 20%, de los cuales un tercio corresponde al sector eléctrico. Este cambio ha sido impulsado por el crecimiento de las energías renovables, especialmente la solar y la eólica, que en 2024 evitaron que el consumo de gas para generación eléctrica fuera un 11% mayor. Sin embargo, hay que señalar que el consumo de gas se ha visto alterado por la Guerra de Ucrania. Al inicio del conflicto, se visibilizó la dependencia energética de Europa al gas ruso, lo que llevó a una respuesta acelerada para diversificar el suministro energético y reducir la vulnerabilidad ante las tensiones geopolíticas. Estancamiento de la eólica. La Unión Europea tiene pronosticado que en el año 2030 la energía eólica alcance un 34% de su combinación eléctrica, pero como ha indicado Rosslowe para Reuters, se necesitan “más acciones” para alcanzar ese objetivo. Las declaraciones del analista parten de que este último año solo ha crecido la eólica en 7 TWh interanual, alcanzando 477 TWh. Estos datos reflejan un decrecimiento con respecto al promedio de 30 TWh de los últimos cinco años, pero se espera que las tasas de instalación aumenten los próximos años. Desde hace más de cuatro años, los costes de la energía eólica se han estancado por la alta inflación y los problemas en la cadena de suministro derivado de la pandemia de Covid-19 y la crisis energética mundial. Además, el sector eólico se ha visto más perjudicado que el solar debido a que los plazos de entrega son más largos y los requisitos de inversión inicial son más altos. No obstante, el informe sostiene que la energía eólica seguirá siendo competitiva en comparación la generación de gas, gracias a las futuras medidas adoptadas por la UE. La división en la nuclear. Ante el auge de los centros de datos, la energía nuclear se ha convertido en la fuente fetiche de las grandes empresas tecnológicas, que la consideran ideal por su uso ininterrumpido. Concretamente, en Europa, la energía nuclear sigue recuperándose del año 2022 y está generando un 24% de la electricidad. Aquí surge una de las grandes divisiones de la UE, pues hay países miembros que están a favor de seguir apostando por esta energía, como es el caso de Finlandia, Eslovaquia, Hungría y Francia, esta última abriendo una nueva central nuclear tras 25 años. En cambio, otros países como Alemania, Bélgica y España están en proceso de reducir o eliminar gradualmente esta fuente de energía. En este último grupo se encontraba Italia, que recientemente ha ultimado un proyecto de ley para regresar a la energía nuclear. Esta situación vislumbra uno de los desafíos a los que se tiene que enfrentar Europa en los próximos años. El problema con el precio. Aunque el informe ha presentado la buena construcción de la Unión Europea hacia la transición energética, aún tienen que hacer frente al aumento de los precios de la electricidad. Europa tiene dos retos por delante: el fenómeno conocido como "dunkelflaute" y una red eléctrica enveje
Europa ha comenzado el año alcanzado un hito: la energía solar es la fuente que creció más rápido en la UE durante 2024, superando por primera vez al carbón.
El meteórico ascenso. Un informe reciente de Ember ha destacado que, en los últimos diez años, se ha triplicado la producción solar, mientras que la eólica se ha duplicado en el mismo período, pero estancándose el último año. Los resultados del análisis han demostrado que este crecimiento ha empujado a los combustibles fósiles a su nivel más bajo en 40 años.
Declive del carbón. En el año 2019 comenzó el Pacto Verde, declarando oficialmente una “emergencia climática”. A partir de ese momento, se exigió a la Comisión Europea a adaptar todas sus propuestas para limitar el calentamiento global a 1.5ºC. En ese momento, el carbón ocupaba el tercer puesto como la fuente más importante de energía junto con el gas. Actualmente, se encuentra en sexto lugar en un 10%.
En una declaración con Reuters, el analista del informe Chris Rosslowe ha señalado: “Durante los últimos dos años hemos visto fuertes caídas tanto en el carbón como en el gas en el sistema energético de la UE y los combustibles fósiles están ahora en un mínimo histórico”. Esta marginalidad de la que habla el analista reside en el aumento de la generación solar y eólica por parte de los Veintisiete, lo que ha ayudado a evitar importaciones por valor de 59.000 millones de euros. Además, como expone en su propio informe, más de la mitad de los países miembros no tienen energía a base de carbón o solo tienen una participación inferior al 5% en su mix eléctrico.
¿Y qué pasa con el gas? Aunque hubo un pequeño repunte en la demanda eléctrica, la generación de gas disminuyó por quinto año consecutivo. En el último lustro, el consumo total de gas en la UE se redujo en un 20%, de los cuales un tercio corresponde al sector eléctrico. Este cambio ha sido impulsado por el crecimiento de las energías renovables, especialmente la solar y la eólica, que en 2024 evitaron que el consumo de gas para generación eléctrica fuera un 11% mayor.
Sin embargo, hay que señalar que el consumo de gas se ha visto alterado por la Guerra de Ucrania. Al inicio del conflicto, se visibilizó la dependencia energética de Europa al gas ruso, lo que llevó a una respuesta acelerada para diversificar el suministro energético y reducir la vulnerabilidad ante las tensiones geopolíticas.
Estancamiento de la eólica. La Unión Europea tiene pronosticado que en el año 2030 la energía eólica alcance un 34% de su combinación eléctrica, pero como ha indicado Rosslowe para Reuters, se necesitan “más acciones” para alcanzar ese objetivo. Las declaraciones del analista parten de que este último año solo ha crecido la eólica en 7 TWh interanual, alcanzando 477 TWh. Estos datos reflejan un decrecimiento con respecto al promedio de 30 TWh de los últimos cinco años, pero se espera que las tasas de instalación aumenten los próximos años.
Desde hace más de cuatro años, los costes de la energía eólica se han estancado por la alta inflación y los problemas en la cadena de suministro derivado de la pandemia de Covid-19 y la crisis energética mundial. Además, el sector eólico se ha visto más perjudicado que el solar debido a que los plazos de entrega son más largos y los requisitos de inversión inicial son más altos. No obstante, el informe sostiene que la energía eólica seguirá siendo competitiva en comparación la generación de gas, gracias a las futuras medidas adoptadas por la UE.
La división en la nuclear. Ante el auge de los centros de datos, la energía nuclear se ha convertido en la fuente fetiche de las grandes empresas tecnológicas, que la consideran ideal por su uso ininterrumpido. Concretamente, en Europa, la energía nuclear sigue recuperándose del año 2022 y está generando un 24% de la electricidad.
Aquí surge una de las grandes divisiones de la UE, pues hay países miembros que están a favor de seguir apostando por esta energía, como es el caso de Finlandia, Eslovaquia, Hungría y Francia, esta última abriendo una nueva central nuclear tras 25 años. En cambio, otros países como Alemania, Bélgica y España están en proceso de reducir o eliminar gradualmente esta fuente de energía. En este último grupo se encontraba Italia, que recientemente ha ultimado un proyecto de ley para regresar a la energía nuclear. Esta situación vislumbra uno de los desafíos a los que se tiene que enfrentar Europa en los próximos años.
El problema con el precio. Aunque el informe ha presentado la buena construcción de la Unión Europea hacia la transición energética, aún tienen que hacer frente al aumento de los precios de la electricidad. Europa tiene dos retos por delante: el fenómeno conocido como "dunkelflaute" y una red eléctrica envejecida. El primero hace referencia a periodos de baja producción renovable debido a la falta de viento y sol. Por su parte, las limitaciones en las redes se producen por la longevidad de las misma. Estos problemas se combinan con una creciente demanda de energía, lo que complica aún más la situación.
España y Portugal en la cabeza de Europa. Dentro de los Veintisiete estados miembros, España y Portugal han liderado la transición energética con un 82% de generación eléctrica proveniente de fuentes renovables. De este porcentaje, la combinación de energías solar y eólica alcanzó casi el 50%.
En particular, España registró un aumento continuo en la generación fotovoltaica, alcanzando el 21% de su electricidad casi el doble que la media europea (11%). Además, el país ibérico es el segundo país en Europa con más generación de energía solar, solo por detrás de Alemania.
Previsiones. En unas declaraciones recogidas por Carbon Brief, Chris Rosslowe ha declarado que si bien la transición energética de la UE ha avanzado más rápido en estos últimos cinco años, "no debemos dar nada por sentado". Además, añade que las metas alcanzadas deberían generarnos "confianza" porque demuestran el "esfuerzo y compromiso" para un futuro energético más sostenible para Europa.
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La noticia
En Europa, 2024 marcó un punto de inflexión: por primera vez la solar y la eólica se están comiendo al gas y al carbón
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Alba Otero
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