Detienen al jugador Kike Salas por presuntamente forzar tarjetas amarillas para ganar apuestas ilegales
La Policía Nacional ha detenido este martes a Kike Salas, jugador del Sevilla Fútbol Club, por un presunto delito de estafa al forzar que le sacaran tarjetas amarillas con el fin de que personas cercanas a él ganaran dinero con apuestas deportivas. La investigación, que la está llevando a cabo un juzgado de Morón de la Frontera (Sevilla) se centra en un posible delito de estafa por parte del futbolista, según ha podido adelantar El Confidencial, y confirmado posteriormente por fuentes policiales a Europa Press. Los trabajos se centran ahora en el análisis de diferentes pruebas, entre ellas conversaciones mediante los móviles, para lo que también están investigando a dos amigos del defensa del club sevillista. Entre otras cosas, los encargados de llevar a cabo la investigación indagan en presuntas apuestas ilegales por las que el jugador habría forzado tarjetas amarillas en encuentros oficiales de La Liga en beneficio de personas de su entorno. Los partidos donde habrían tenido lugar los hechos se celebraron en el tramo final de la temporada pasada, en la que el equipo consiguió mantenerse en Primera División. Pese a que la investigación sigue su curso y todavía queda trabajo por delante, de momento los expertos sospechan que el sevillista podría haber participado en una treintena de apuestas amañadas, lo que habría generado ganancias de unos 10.000 euros en tan solo un mes. Al mando de la indagación se encuentra el Centro Nacional Policial para la Integridad en el Deporte y las Apuestas (Cenpida), que está adscrito a la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), por ser la encargada de la prevención de este tipo de amaños y fraudes. ¿A qué penas se enfrenta? Habrá que esperar por el momento a esclarecer lo ocurrido, pero, de confirmarse los hechos, el defensa del Sevilla podría enfrentarse a una condena por estafa que supone penas de entre seis meses y tres años de cárcel, además de las indmenizaciones que pertoquen. Además, debería hacerse cargo de una elevada sanción a nivel deportivo. La postura de la RFEF Nada más conocerse los hechos, LaLiga ya ha adelantado que se personará como acusación en la causa. Además, en esta misma línea, el Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) establece elevadas sanciones a los jugadores que incurran en este tipo de delitos. Así, el artículo 75 bis del Código referente a la "participación en juegos y apuestas", señala que "la participación de futbolistas, entrenadores, directivos, árbitros y de en general las personas que forman parte de la organización federativa en apuestas y/o juegos que gocen de un contenido económico y estos tengan una relación directa o indirecta con el partido en cuestión, será considerada como infracción de carácter muy grave y se impondrá, además de la sanción de multa de 3.006 a 30.051 euros", "una o varias" sanciones más. Ahora bien, ¿a qué hace referencia esto último? Entre estas sanciones se encuentra la privación de licencia durante un plazo de dos a cinco años, aunque también...
La Policía Nacional ha detenido este martes a Kike Salas, jugador del Sevilla Fútbol Club, por un presunto delito de estafa al forzar que le sacaran tarjetas amarillas con el fin de que personas cercanas a él ganaran dinero con apuestas deportivas. La investigación, que la está llevando a cabo un juzgado de Morón de la Frontera (Sevilla) se centra en un posible delito de estafa por parte del futbolista, según ha podido adelantar El Confidencial, y confirmado posteriormente por fuentes policiales a Europa Press. Los trabajos se centran ahora en el análisis de diferentes pruebas, entre ellas conversaciones mediante los móviles, para lo que también están investigando a dos amigos del defensa del club sevillista. Entre otras cosas, los encargados de llevar a cabo la investigación indagan en presuntas apuestas ilegales por las que el jugador habría forzado tarjetas amarillas en encuentros oficiales de La Liga en beneficio de personas de su entorno. Los partidos donde habrían tenido lugar los hechos se celebraron en el tramo final de la temporada pasada, en la que el equipo consiguió mantenerse en Primera División. Pese a que la investigación sigue su curso y todavía queda trabajo por delante, de momento los expertos sospechan que el sevillista podría haber participado en una treintena de apuestas amañadas, lo que habría generado ganancias de unos 10.000 euros en tan solo un mes. Al mando de la indagación se encuentra el Centro Nacional Policial para la Integridad en el Deporte y las Apuestas (Cenpida), que está adscrito a la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), por ser la encargada de la prevención de este tipo de amaños y fraudes. ¿A qué penas se enfrenta? Habrá que esperar por el momento a esclarecer lo ocurrido, pero, de confirmarse los hechos, el defensa del Sevilla podría enfrentarse a una condena por estafa que supone penas de entre seis meses y tres años de cárcel, además de las indmenizaciones que pertoquen. Además, debería hacerse cargo de una elevada sanción a nivel deportivo. La postura de la RFEF Nada más conocerse los hechos, LaLiga ya ha adelantado que se personará como acusación en la causa. Además, en esta misma línea, el Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) establece elevadas sanciones a los jugadores que incurran en este tipo de delitos. Así, el artículo 75 bis del Código referente a la "participación en juegos y apuestas", señala que "la participación de futbolistas, entrenadores, directivos, árbitros y de en general las personas que forman parte de la organización federativa en apuestas y/o juegos que gocen de un contenido económico y estos tengan una relación directa o indirecta con el partido en cuestión, será considerada como infracción de carácter muy grave y se impondrá, además de la sanción de multa de 3.006 a 30.051 euros", "una o varias" sanciones más. Ahora bien, ¿a qué hace referencia esto último? Entre estas sanciones se encuentra la privación de licencia durante un plazo de dos a cinco años, aunque también...
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