Sedrak Petrosyan, su nuevo propietario: «Voy a enterrar personalmente al Badalona Futur»
Sedrak Petrosyan (29 años) es desde hace unos días el nuevo dueño del Badalona Futur, club de Segunda Federación que en las últimas temporadas ha sufrido una turbulenta travesía por las categorías inferiores del fútbol. Un equipo nómada que, pese a su denominación, tiene ahora su casa en el municipio de Premià de Dalt (Barcelona), aunque en los últimos años ha competido como local en Vic, Badalona y Palamós. Un conjunto por el que también han desfilado propietarios que han ido aumentando las deudas y que en el inicio de 2025 ha caminado por la cornisa de la desaparición ante las denuncias de su plantilla por impagos. «Soy consciente de que he comprado un club en la peor situación posible, no solo económica, también deportiva porque estamos penúltimos en la clasificación. Desde que he abierto las cuentas no he parado de llevarme sorpresas y he descubierto varias deudas más de las que se habían publicado», asegura. Un escenario sombrío que no amilana a este emprendedor de origen armenio, aunque nacido en Moscú, que ya guía el timón de la entidad y que explica a ABC sus intenciones. «Hemos comprado no por el amor al club, no por amor al Badalona Futur», reconoce Petrosyan, que pone fecha de caducidad a la actual denominación del equipo. «Al Badalona Futur lo voy a enterrar personalmente a final de la temporada», añade en su conversación telefónica con este periódico, en la que exhibe ironía: «En estos últimos meses de competición vamos a dar la oportunidad a los seguidores que hacen tantos memes en las redes y se ríen del Badalona Futur para que lo sigan haciendo porque a final de curso se acabó, empezaremos un nuevo proyecto». La sede la tiene clara y ya tiene firmado un acuerdo con Josep Triadó, el alcalde , para que Premià de Dalt se convierta en la casa permanente para el equipo a partir de la próxima campaña. Con siete años, sus padres le mandaron junto a su hermana mayor a España para recibir una educación europea. Se estableció en Cataluña, creció en la Costa Brava y la del Badalona Futur es la primera aventura deportiva de Petrosyan, un personaje polifacético y de verbo fácil. Su primer sueño fue ser actor, trabajó en proyectos relacionados con espectáculos y eventos, probó en el sector de las barberías, colaboró para sacar adelante un hotel familiar, abrió una empresa logística en Rusia, pero su proyecto estrella es 'Barcelona District', la construcción, a través de la promotora Petrosyan Group, de un barrio de 2.000 hectáreas en Taskent, la capital de Uzbekistán , inspirado en la arquitectura de la Ciudad Condal. Petrosyan no oculta a ABC que tener un equipo le servirá como escaparate para ese proyecto, «porque el fútbol es una de las mejores herramientas de marketing que existen actualmente. Tenemos el propósito de dar a conocer la cultura centro-asiática con 'Barcelona District' y hemos pensado que el fútbol puede ser una herramienta muy interesante», reconoce abiertamente. Tras la adquisición del Badalona Futur, sin embargo, han ido aflorando sorpresas desagradables. «Queríamos invertir en el fútbol catalán, en Primera o Segunda RFEF , y teníamos varias opciones. Badalona Futur, lo digo ahora siendo propietario, no era la mejor opción y soy consciente de que he comprado un club en la peor situación que podría estar. Jugadores, cuerpo técnico y empleados llevaban tres meses sin cobrar. Algunos no tenían ni para comer, les echaban de los pisos alquilados por el club». «Había deudas con la Seguridad Social, Hacienda, con la empresa de autobuses, con los proveedores.... Es una vergüenza que un club profesional como éste haya llegado al punto de que no tuviera ni camisetas. Yo les dije a los jugadores que habían denunciado que hicieron lo correcto, que yo hubiera hecho lo mismo». El Badalona Futur ha salvado aparentemente una bola de partido con la llegada de Petrosyan, aunque en el fútbol modesto muchos siguen sorprendiéndose y haciéndose muchas preguntas por la extrañeza que les produce la compra de un club con esos números rojos. Cuando el panorama era el peor posible y antes de convertirse en su nuevo dueño, el equipo pudo competir en Alzira porque, según explica a ABC, pagó personalmente el autobús y el alojamiento de la expedición. El duelo de la pasada jornada ante el filial del Elche ya se jugó con él como propietario. «Entramos en el club sin ser propietarios para poder indagar qué estaba pasando en realidad. Me reuní con cada uno de los jugadores individualmente, ocho horas en total, para escuchar sus problemas y situaciones personales. Tengo que darles las gracias porque retiraron prácticamente todas las denuncias, con el compromiso de que nosotros pagaríamos dos nóminas a todos los jugadores, staff y personal del club el día que fuéramos al notario a firmar. Yo fui sincero», dice, aunque reconoce que aún quedan más pagos pendientes. «Teníamos previsto un margen de error en el cálculo de la deuda real del club, pero he sido un poco optimismo porque la situación era mucho peor. La información
Sedrak Petrosyan (29 años) es desde hace unos días el nuevo dueño del Badalona Futur, club de Segunda Federación que en las últimas temporadas ha sufrido una turbulenta travesía por las categorías inferiores del fútbol. Un equipo nómada que, pese a su denominación, tiene ahora su casa en el municipio de Premià de Dalt (Barcelona), aunque en los últimos años ha competido como local en Vic, Badalona y Palamós. Un conjunto por el que también han desfilado propietarios que han ido aumentando las deudas y que en el inicio de 2025 ha caminado por la cornisa de la desaparición ante las denuncias de su plantilla por impagos. «Soy consciente de que he comprado un club en la peor situación posible, no solo económica, también deportiva porque estamos penúltimos en la clasificación. Desde que he abierto las cuentas no he parado de llevarme sorpresas y he descubierto varias deudas más de las que se habían publicado», asegura. Un escenario sombrío que no amilana a este emprendedor de origen armenio, aunque nacido en Moscú, que ya guía el timón de la entidad y que explica a ABC sus intenciones. «Hemos comprado no por el amor al club, no por amor al Badalona Futur», reconoce Petrosyan, que pone fecha de caducidad a la actual denominación del equipo. «Al Badalona Futur lo voy a enterrar personalmente a final de la temporada», añade en su conversación telefónica con este periódico, en la que exhibe ironía: «En estos últimos meses de competición vamos a dar la oportunidad a los seguidores que hacen tantos memes en las redes y se ríen del Badalona Futur para que lo sigan haciendo porque a final de curso se acabó, empezaremos un nuevo proyecto». La sede la tiene clara y ya tiene firmado un acuerdo con Josep Triadó, el alcalde , para que Premià de Dalt se convierta en la casa permanente para el equipo a partir de la próxima campaña. Con siete años, sus padres le mandaron junto a su hermana mayor a España para recibir una educación europea. Se estableció en Cataluña, creció en la Costa Brava y la del Badalona Futur es la primera aventura deportiva de Petrosyan, un personaje polifacético y de verbo fácil. Su primer sueño fue ser actor, trabajó en proyectos relacionados con espectáculos y eventos, probó en el sector de las barberías, colaboró para sacar adelante un hotel familiar, abrió una empresa logística en Rusia, pero su proyecto estrella es 'Barcelona District', la construcción, a través de la promotora Petrosyan Group, de un barrio de 2.000 hectáreas en Taskent, la capital de Uzbekistán , inspirado en la arquitectura de la Ciudad Condal. Petrosyan no oculta a ABC que tener un equipo le servirá como escaparate para ese proyecto, «porque el fútbol es una de las mejores herramientas de marketing que existen actualmente. Tenemos el propósito de dar a conocer la cultura centro-asiática con 'Barcelona District' y hemos pensado que el fútbol puede ser una herramienta muy interesante», reconoce abiertamente. Tras la adquisición del Badalona Futur, sin embargo, han ido aflorando sorpresas desagradables. «Queríamos invertir en el fútbol catalán, en Primera o Segunda RFEF , y teníamos varias opciones. Badalona Futur, lo digo ahora siendo propietario, no era la mejor opción y soy consciente de que he comprado un club en la peor situación que podría estar. Jugadores, cuerpo técnico y empleados llevaban tres meses sin cobrar. Algunos no tenían ni para comer, les echaban de los pisos alquilados por el club». «Había deudas con la Seguridad Social, Hacienda, con la empresa de autobuses, con los proveedores.... Es una vergüenza que un club profesional como éste haya llegado al punto de que no tuviera ni camisetas. Yo les dije a los jugadores que habían denunciado que hicieron lo correcto, que yo hubiera hecho lo mismo». El Badalona Futur ha salvado aparentemente una bola de partido con la llegada de Petrosyan, aunque en el fútbol modesto muchos siguen sorprendiéndose y haciéndose muchas preguntas por la extrañeza que les produce la compra de un club con esos números rojos. Cuando el panorama era el peor posible y antes de convertirse en su nuevo dueño, el equipo pudo competir en Alzira porque, según explica a ABC, pagó personalmente el autobús y el alojamiento de la expedición. El duelo de la pasada jornada ante el filial del Elche ya se jugó con él como propietario. «Entramos en el club sin ser propietarios para poder indagar qué estaba pasando en realidad. Me reuní con cada uno de los jugadores individualmente, ocho horas en total, para escuchar sus problemas y situaciones personales. Tengo que darles las gracias porque retiraron prácticamente todas las denuncias, con el compromiso de que nosotros pagaríamos dos nóminas a todos los jugadores, staff y personal del club el día que fuéramos al notario a firmar. Yo fui sincero», dice, aunque reconoce que aún quedan más pagos pendientes. «Teníamos previsto un margen de error en el cálculo de la deuda real del club, pero he sido un poco optimismo porque la situación era mucho peor. La información que se me había proporcionado era muy distinta a la realidad. Cuando se ha anunciado que hay una nueva propiedad, han empezado a salir muchos diciendo que a ellos también se les debe algo. Con jugadores y cuerpo técnico, la deuda inmediata de 150.000 euros ya ha sido liquidada», insiste Petrosyan. «Asumimos que este club tiene los números para bajar a Tercera RFEF, lo sé, aunque la estadística muestra que tengo un 12% de probabilidades de permanencia en Segunda RFEF. Como soy un tozudo, como se ha demostrado con el proyecto 'Barcelona District', que muchos decían que era imposible, quiero demostrar que, pese a las circunstancias y con los nuevos fichajes, se puede salvar a un club tan peculiar como el Badalona Futur», asegura. Pese a la herencia que se ha encontrado de los mandatos de Toni Freixa y Josep Delgado , Petrosyan desprende optimismo. «Hay problemas y tengo que ir priorizando para pagarlos porque no soy el Banco de España. Pero ya estamos trayendo nuevos jugadores gracias al trabajo del asesor deportivo, Jordi Gratacós, porque el proyecto de futuro del club les convence», afirma el propietario de un club que confía en que todo sea distinto cuando se establezca definitivamente en Premià de Dalt. «La rentabilidad de un club hay que sacarla por la rentabilidad de su marca. Hay patrocinios que pueden atraer jugadores para realizar futuras ventas y eso, con el Badalona Futur, no se va a conseguir. Badalona Futur lo voy a enterrar personalmente a final de la temporada, si hace falta vamos a un funeral, y empezaremos con un nuevo proyecto. Y eso proyecto pasa por Premià», insiste el nuevo propietario de un equipo heredero del histórico Llagostera , conjunto que en 2014 militó en Segunda división y que tras su descenso comenzó una deriva a la que Petrosyan quiere poner fin. «Prefiero arriesgarme. Si perdemos, sabemos cuánto vamos a perder, pero si ganamos, vamos a ganar mucho».
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