Hoy en cosas que los boomers no entenderían: ¿Por qué la GenZ se graba llorando?

Si alguna vez has visto a alguien de la GenZ tomarse una selfie llorando o grabarse con lágrimas en el rostro, probablemente pensaste: “Esto es ridículo”, pero déjame decirte algo: detrás de estas fotos o videos hay mucho más de lo que parece.

Con los años, se ha vuelto cada vez más común ver a jóvenes, especialmente chicas, compartiendo estas imágenes vulnerables.

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Pero ojo, esto no es algo que hayamos copiado de las celebridades, aunque algunos famosos como Justin Bieber, Bella Hadid, Miley Cyrus, Dove Cameron e incluso Bad Bunny también lo han hecho en algún momento.

¿Por qué la GenZ se graba llorando? Una vibra que merece entenderse

Para nosotros, expresar emociones negativas es un territorio que estamos explorando por primera vez sin las culpas que cargaban generaciones anteriores.

Subir una selfie llorando o un video con lágrimas no es solo una tendencia, sino una manera de decir: “Soy humano y esto es lo que estoy sintiendo ahora mismo.”

Claro, tal vez no sea el mecanismo de afrontamiento más ideal del mundo, pero es un inicio. Y seamos sinceros, no tiene nada de malo.

Las críticas hacia estas publicaciones suelen decir más de quienes las hacen que de quienes las comparten. Tal vez ya es hora de dejar de juzgar cómo otros expresan sus emociones y permitir que cada quien viva su vida como mejor le parezca.

Redes sociales: ¿Un diario personal?

Para la GenZ, las redes sociales se sienten más como un espacio personal que como una vitrina pública. Es casi como un diario digital donde comparten todo, incluso sus momentos más vulnerables. Por eso, compartir algo tan íntimo como una foto llorando les parece tan natural.

Y aquí va un dato interesante: no hay pruebas concretas de que documentar tus lágrimas sea bueno o malo para la salud mental.

Entonces, si a ellos les funciona, en lugar de juzgar, tal vez deberíamos enfocarnos en crear un espacio donde las personas se sientan seguras para ser reales, incluso si eso implica llorar frente a una cámara. Porque al final del día, todos somos humanos. Y llorar también está bien.

Esta nota fue escrita originalmente en inglés por Celina Lozano.

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