El momento de la vida donde tenemos mayor riesgo de depresión, y cómo evitarlo
Los síntomas depresivos pueden aparecer en cualquier momento de la vida, incluso en etapas en las que en principio deberíamos ser felices, como la infancia y la adolescencia. Las mujeres pasas por un proceso a una edad media de 50 años que supone uno de los momentos críticos para la depresión. Aunque las explicaciones no están del todo claras, la suma de factores biológicos y sociales hacen que haya que cuidar mucho la salud mental en esa etapa. Menopausia y depresión La menopausia, o pausa menstrual , se refiere al momento inevitable en la vida de una mujer en el que cesa la ovulación y la producción de estrógeno y progesterona disminuye y se detiene. La mayoría de las mujeres llegan a la menopausia a una edad promedio de 51 a 52 años. La menopausia se produce en tres etapas: perimenopausia, menopausia y posmenopausia. Una mujer es “posmenopáusica” después de 12 meses sin ciclo menstrual o período. En esa perimenopausia sucede un momento de transición en la que los niveles hormonales fluctúan y caen, haciendo que física y mentalmente se den alteraciones como cambios de peso o disminución del deseo sexual, entre otras muchas. Durante y después de la menopausia, aproximadamente el 40 por ciento de las mujeres informan una mayor irritabilidad, cambios de humor, ansiedad, fatiga y problemas de concentración. También es uno de los momentos más vulnerables en la vida de una mujer para desarrollar depresión, especialmente si ha luchado con ella anteriormente. Las razones exactas por las que la depresión tiene su campo más fértil en el paso hacia la infertilidad femenina no se conocen. Sí se sabe que la cascada hormonal cambia radicalmente el estado mental, pero hay otros elementos que pueden participar como la edad a la que sucede. En Vitónica La razón indiscutible por la que las mujeres mayores de 40 años deben entrenar fuerza sí o sí Factores biológicos y factores sociales Entre los 40 y los 50 años, muchas mujeres han alcanzado una cima profesional y tienen que lidiar con ello en un estado hormonal muy diferente al que tenían años atrás. Su puede sumar la crianza de unos niños en etapa adolescente o el momento del nido vacío al haberse ido sus hijos a estudiar o trabajar fuera. Más allá de los motivos externos a nuestro cuerpo que pueden explicar la razón del aumento de riesgo de depresión en la perimenopausia, existen algunos como los sofocos que pueden estar detrás de ello. Otro de los muchos síntomas de esta etapa son los sofocos que producen sudores nocturnos e incluso durante el día. El enrojecimiento de la piel y sudores van precedidos de una vasodilatación de vasos sanguíneos en zonas como el cerebro, y no para bien precisamente. Entre otros muchos efectos nocivos, puede incluso hacer que la mujer en la etapa alrededor de la menopausia duerma peor y se despierte más, y todos hemos pasado por noches de insomnio y lo que supone para nuestra salud mental. Las hormonas esteroides afectan la señalización de serotonina y GABA, que junto con los opioides neuronales fluctuantes durante la menopausia se han asociado con depresión, irritabilidad y ansiedad. Por lo tanto, la mezcla de factores que suceden a nivel fisiológico, sumados a elementos externos de ese momento de la vida, pueden disparar el riesgo biopsicosocial de depresión asociada a la menopausia. Factores a tener en cuenta en las fases de la menopausia para reducir el riesgo de depresión La nutrición, la actividad física, el manejo del estrés, el sueño, la conexión social y el sentido de propósito son importantes a lo largo de toda la vida, pero cobran aún mayor importancia durante la transición menopáusica. Los alimentos son el combustible para que todo funcione a la perfección, incluidas nuestras hormonas. Además, para eliminar esos sofocos que pueden impedir el correcto descanso, hay alimentos que protegen los vasos sanguíneos de corazón y cerebro. La dieta mediterránea o la dieta MIND están asociadas a menor riesgo de depresión: dietas ricas en verduras, frutas, cereales integrales, aceitunas, legumbres, pescado y otros alimentos integrales mínimamente procesados. Poco tenemos que decir de la actividad física en la salud física, mental y social, así que es otro de los grandes aliados en frente a la depresión. La meditación y el control del estrés nos ayudan también en etapas de alto riesgo de depresión, y a lo largo de toda la vida. La falta de sueño es uno de los peores enemigos que tenemos de la salud mental. Todos los factores que hemos comentado hasta ahora son vitales para dormir bien y alejar un peor estado de ánimo y alteraciones mentales. Por último, pero no menos importantes, hay factores sociales que pueden estar tambaleándose cuando rondamos los 50 años. A estas edades nos damos cuenta que los hijos son autónomos, tenemos controlado el trabajo y las relaciones con ami
Los síntomas depresivos pueden aparecer en cualquier momento de la vida, incluso en etapas en las que en principio deberíamos ser felices, como la infancia y la adolescencia. Las mujeres pasas por un proceso a una edad media de 50 años que supone uno de los momentos críticos para la depresión. Aunque las explicaciones no están del todo claras, la suma de factores biológicos y sociales hacen que haya que cuidar mucho la salud mental en esa etapa.
Menopausia y depresión
La menopausia, o pausa menstrual , se refiere al momento inevitable en la vida de una mujer en el que cesa la ovulación y la producción de estrógeno y progesterona disminuye y se detiene. La mayoría de las mujeres llegan a la menopausia a una edad promedio de 51 a 52 años.
La menopausia se produce en tres etapas: perimenopausia, menopausia y posmenopausia. Una mujer es “posmenopáusica” después de 12 meses sin ciclo menstrual o período. En esa perimenopausia sucede un momento de transición en la que los niveles hormonales fluctúan y caen, haciendo que física y mentalmente se den alteraciones como cambios de peso o disminución del deseo sexual, entre otras muchas.
Durante y después de la menopausia, aproximadamente el 40 por ciento de las mujeres informan una mayor irritabilidad, cambios de humor, ansiedad, fatiga y problemas de concentración. También es uno de los momentos más vulnerables en la vida de una mujer para desarrollar depresión, especialmente si ha luchado con ella anteriormente.
Las razones exactas por las que la depresión tiene su campo más fértil en el paso hacia la infertilidad femenina no se conocen. Sí se sabe que la cascada hormonal cambia radicalmente el estado mental, pero hay otros elementos que pueden participar como la edad a la que sucede.
Factores biológicos y factores sociales
Entre los 40 y los 50 años, muchas mujeres han alcanzado una cima profesional y tienen que lidiar con ello en un estado hormonal muy diferente al que tenían años atrás. Su puede sumar la crianza de unos niños en etapa adolescente o el momento del nido vacío al haberse ido sus hijos a estudiar o trabajar fuera.
Más allá de los motivos externos a nuestro cuerpo que pueden explicar la razón del aumento de riesgo de depresión en la perimenopausia, existen algunos como los sofocos que pueden estar detrás de ello. Otro de los muchos síntomas de esta etapa son los sofocos que producen sudores nocturnos e incluso durante el día.
El enrojecimiento de la piel y sudores van precedidos de una vasodilatación de vasos sanguíneos en zonas como el cerebro, y no para bien precisamente. Entre otros muchos efectos nocivos, puede incluso hacer que la mujer en la etapa alrededor de la menopausia duerma peor y se despierte más, y todos hemos pasado por noches de insomnio y lo que supone para nuestra salud mental.
Las hormonas esteroides afectan la señalización de serotonina y GABA, que junto con los opioides neuronales fluctuantes durante la menopausia se han asociado con depresión, irritabilidad y ansiedad. Por lo tanto, la mezcla de factores que suceden a nivel fisiológico, sumados a elementos externos de ese momento de la vida, pueden disparar el riesgo biopsicosocial de depresión asociada a la menopausia.
Factores a tener en cuenta en las fases de la menopausia para reducir el riesgo de depresión
La nutrición, la actividad física, el manejo del estrés, el sueño, la conexión social y el sentido de propósito son importantes a lo largo de toda la vida, pero cobran aún mayor importancia durante la transición menopáusica. Los alimentos son el combustible para que todo funcione a la perfección, incluidas nuestras hormonas.
Además, para eliminar esos sofocos que pueden impedir el correcto descanso, hay alimentos que protegen los vasos sanguíneos de corazón y cerebro. La dieta mediterránea o la dieta MIND están asociadas a menor riesgo de depresión: dietas ricas en verduras, frutas, cereales integrales, aceitunas, legumbres, pescado y otros alimentos integrales mínimamente procesados.
Poco tenemos que decir de la actividad física en la salud física, mental y social, así que es otro de los grandes aliados en frente a la depresión. La meditación y el control del estrés nos ayudan también en etapas de alto riesgo de depresión, y a lo largo de toda la vida.
La falta de sueño es uno de los peores enemigos que tenemos de la salud mental. Todos los factores que hemos comentado hasta ahora son vitales para dormir bien y alejar un peor estado de ánimo y alteraciones mentales. Por último, pero no menos importantes, hay factores sociales que pueden estar tambaleándose cuando rondamos los 50 años.
A estas edades nos damos cuenta que los hijos son autónomos, tenemos controlado el trabajo y las relaciones con amigos puede que no sean una rama a la que agarrarse. Eso hace que tengamos que encontrar, si no lo tenemos ya, un sentido de nuestra vida.
Algunos llaman a esto la crisis de los 50 y se ponen a hacer triatlones, cuidar un huerto o algo que le haga despertarse por las mañanas. La realidad es que lo necesitamos para evitar caer en una espirar de desasosiego que puede desembocar en depresión.
Por lo tanto, cuida siempre de la dieta, haz actividad física, maneja el estrés, duerme bien, refuerza tus conexiones sociales y da sentido a tu vida con un propósito que te haga despertarte por las mañanas. Si tienes alrededor de 50 años y estás en esa etapa de cambios menopáusicos, todo esto toma aún más importancia.
Referencias
Gordon JL, Eisenlohr-Moul TA, Rubinow DR, Schrubbe L, Girdler SS. Naturally Occurring Changes in Estradiol Concentrations in the Menopause Transition Predict Morning Cortisol and Negative Mood in Perimenopausal Depression. Clin Psychol Sci. 2016 Sep;4(5):919-935. doi: 10.1177/2167702616647924. PMID: 27867758; PMCID: PMC5113718.
National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine; Health and Medicine Division; Board on Population Health and Public Health Practice; Committee on a Framework for the Consideration of Chronic Debilitating Conditions in Women. Advancing Research on Chronic Conditions in Women. Batulan Z, Bhimla A, Higginbotham EJ, editors. Washington (DC): National Academies Press (US); 2024 Sep 25. PMID: 39012968.
Alblooshi S, Taylor M, Gill N. Does menopause elevate the risk for developing depression and anxiety? Results from a systematic review. Australas Psychiatry. 2023 Apr;31(2):165-173. doi: 10.1177/10398562231165439. Epub 2023 Mar 24. PMID: 36961547; PMCID: PMC10088347.
Ventriglio A, Sancassiani F, Contu MP, Latorre M, Di Salvatore M, Fornaro M, Bhugra D. Mediterranean Diet and its Benefits on Health and Mental Health: A Literature Review. Clin Pract Epidemiol Ment Health. 2020 Jul 30;16(Suppl-1):156-164. doi: 10.2174/1745017902016010156.
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La noticia
El momento de la vida donde tenemos mayor riesgo de depresión, y cómo evitarlo
fue publicada originalmente en
Vitónica
por
Joaquín Vico Plaza
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