"Odio correr": así es como puedes reprogramar tu cerebro para amar el running y engancharte al deporte

Correr es una adicción para muchas personas, pero una odisea para otras. Este segundo grupo que parece estar alejado del amor por el running, realmente se siente genial cuando siente el viento en la cara y en ese momento de ducha después del ejercicio. El problema es que cuesta arrancar y lo tomamos como un castigo, razón por la cual mucha gente incluso odia correr, aunque es una relación de amor-odio. Estas son algunas estrategias para intentar engañar a tu cerebro para salir a correr aunque no tengas ganas o incluso lo odies. Tres estrategias para acercarte al amor al running y alejarte del lado del odio Saliva como 'el perro de Pavlov' Seguramente conoces la historia de 'el perro de Pavlov' que siempre se utiliza para hablar del condicionamiento clásico. En muy resumidas cuentas, un perro babea cuando anticipa que va a llegar una recompensa, es decir, tiene una reacción a un premio que aún no ha llegado. Nosotros podemos usar ese condicionamiento clásico para darle a nuestro cerebro una recompensa en ese momento en el que dudamos si salir a correr o no. Imagina que estás enganchado a un podcast o disfrutas mucho de un grupo de música, lo que sea. Lo que harás será prohibirte escuchar ese podcast o música, salvo en los momentos en los que salgas a correr. Existen infinidad de opciones de recompensa durante o después de salir a correr. Si tienes una cinta de correr en casa, o corres en el gimnasio, puedes ver tu serie favorita única y exclusivamente en ese momento. Puedes hacer eso mismo, pero en lugar de hacerlo simultáneamente a la carrera, tendrás tu recompensa después. En Vitónica Ni las zapatillas ni el entrenamiento: el detalle que puede hacerte más lento en el 'running' y que no habías tenido en cuenta Disfruta. Correr no es sinónimo de sufrir Si tomas el running como un rato de sufrimiento, claramente lo odiarás. Sin embargo, puedes planificar objetivos y metas realistas y alcanzables que te permitan disfrutar, e incluso sonreír mientras corres. Hay momentos en los que tendrás ganas de exprimirte un poco más y otros en los que puedes ir a un ritmo más lento o también alternar caminatas dentro de la carrera. Hay personas a las que le encanta sufrir y desafiarse, y eso está genial, pero también es perfecto si tú prefieres ahorrar esfuerzos y disfrutar de un ritmo más pausado. Al cambiar esa sensación de odio y sufrimiento por una de disfrute y desconexión irás enganchándote cada vez más al running y terminarás corriendo más rápido de lo que crees. Busca una motivación externa Además de motivarte a ti mismo, busca algo o alguien que te motive desde fuera. La opción clásica es apuntarte a un club de running en tu ciudad. La pertenencia a un grupo te dará un empujón extra para disfrutar de la carrera, pero también de la conexión social que se forma. Algún día incluso la recompensa puede ser una cervecita al terminar. Existen aplicaciones en las que puedes quedar con otras personas para correr, una especie de Tinder, pero haciendo matches deportivos. Sea como sea, salir con alguien más a correr te da esa motivación extra que te puede acercar más al lado del amor al running y alejarte del otro extremo. Esa motivación externa también puede ser tu mascota, la tengas ya o no la tengas. La recomendación de tener un perro para moverte más puede parecer muy simple, pero es tremendamente eficaz. Hay muchas carreras que se realizan en conjunto con tu perro, así que por qué no probar. En Vitónica | Corredor, así es como tienes que entrenar la fuerza para consumir menos energía en cada zancada Imágenes | Tirachard Kumtanom (Pexels), Run 4FFWPU (Pexels) - La noticia "Odio correr": así es como puedes reprogramar tu cerebro para amar el running y engancharte al deporte fue publicada originalmente en Vitónica por Joaquín Vico Plaza .

Jan 14, 2025 - 13:39
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"Odio correr": así es como puedes reprogramar tu cerebro para amar el running y engancharte al deporte

"Odio correr": así es como puedes reprogramar tu cerebro para amar el running y engancharte al deporte

Correr es una adicción para muchas personas, pero una odisea para otras. Este segundo grupo que parece estar alejado del amor por el running, realmente se siente genial cuando siente el viento en la cara y en ese momento de ducha después del ejercicio. El problema es que cuesta arrancar y lo tomamos como un castigo, razón por la cual mucha gente incluso odia correr, aunque es una relación de amor-odio. Estas son algunas estrategias para intentar engañar a tu cerebro para salir a correr aunque no tengas ganas o incluso lo odies.

Tres estrategias para acercarte al amor al running y alejarte del lado del odio

Pexels Runffwpu 2083500

Saliva como 'el perro de Pavlov'

Seguramente conoces la historia de 'el perro de Pavlov' que siempre se utiliza para hablar del condicionamiento clásico. En muy resumidas cuentas, un perro babea cuando anticipa que va a llegar una recompensa, es decir, tiene una reacción a un premio que aún no ha llegado.

Nosotros podemos usar ese condicionamiento clásico para darle a nuestro cerebro una recompensa en ese momento en el que dudamos si salir a correr o no. Imagina que estás enganchado a un podcast o disfrutas mucho de un grupo de música, lo que sea.

Lo que harás será prohibirte escuchar ese podcast o música, salvo en los momentos en los que salgas a correr. Existen infinidad de opciones de recompensa durante o después de salir a correr. Si tienes una cinta de correr en casa, o corres en el gimnasio, puedes ver tu serie favorita única y exclusivamente en ese momento. Puedes hacer eso mismo, pero en lugar de hacerlo simultáneamente a la carrera, tendrás tu recompensa después.

Disfruta. Correr no es sinónimo de sufrir

Si tomas el running como un rato de sufrimiento, claramente lo odiarás. Sin embargo, puedes planificar objetivos y metas realistas y alcanzables que te permitan disfrutar, e incluso sonreír mientras corres. Hay momentos en los que tendrás ganas de exprimirte un poco más y otros en los que puedes ir a un ritmo más lento o también alternar caminatas dentro de la carrera.

Hay personas a las que le encanta sufrir y desafiarse, y eso está genial, pero también es perfecto si tú prefieres ahorrar esfuerzos y disfrutar de un ritmo más pausado. Al cambiar esa sensación de odio y sufrimiento por una de disfrute y desconexión irás enganchándote cada vez más al running y terminarás corriendo más rápido de lo que crees.

Busca una motivación externa

Además de motivarte a ti mismo, busca algo o alguien que te motive desde fuera. La opción clásica es apuntarte a un club de running en tu ciudad. La pertenencia a un grupo te dará un empujón extra para disfrutar de la carrera, pero también de la conexión social que se forma. Algún día incluso la recompensa puede ser una cervecita al terminar.

Existen aplicaciones en las que puedes quedar con otras personas para correr, una especie de Tinder, pero haciendo matches deportivos. Sea como sea, salir con alguien más a correr te da esa motivación extra que te puede acercar más al lado del amor al running y alejarte del otro extremo.

Esa motivación externa también puede ser tu mascota, la tengas ya o no la tengas. La recomendación de tener un perro para moverte más puede parecer muy simple, pero es tremendamente eficaz. Hay muchas carreras que se realizan en conjunto con tu perro, así que por qué no probar.

En Vitónica | Corredor, así es como tienes que entrenar la fuerza para consumir menos energía en cada zancada

Imágenes | Tirachard Kumtanom (Pexels), Run 4FFWPU (Pexels)

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