Esperpento absoluto de Brooklyn Nets

Como explicarlo sólo con palabras… mejor dejar que empiecen los números:

• Ziaire Williams: 4 puntos.
• Noah Clowney: 4 puntos.
• Nic Claxton: 2 puntos.
• Tyrese Martin: 8 puntos.
• Keon Johnson: 6 puntos.

Esto es lo que hicieron los titulares de los Brooklyn Nets anoche, en términos de anotación. En conjunto, lanzaron un total de 42 veces a canasta, de las que encestaron nueve. O lo que es lo mismo: 21,4% de acierto.

Algo más dignos estuvieron los suplentes. Jalen Wilson fue ‘el mejor jugador del equipo’, con 16 puntos y un 5 de 10 en su hoja de tiro, seguido de Day’Ron Sharpe, con su 5 de 13.

La rotación neoyorkina al completo finalizó el encuentro con un 30,1% global, incluyendo un 17,9% en triples.

Siguiente dato. El net rating. Vamos con ello:

• Ziaire Williams: -38.
• Noah Clowney: -44.
• Nic Claxton: -41.
• Tyrese Martin: -56.
• Keon Johnson: -35.
• Jalen Wilson: -35.
• Tosan Evbuomwan: -35.
• Day’Ron Sharpe: -12.

Paliza inevitable

Ahora bien, tras estos datos, la pregunta es: ¿qué clase de rotación, la mitad carne de G-League (o, en el mejor de los casos, del fondo del banquillo), es esta para salir a competir en un partido de la NBA?

Pues atendamos a lo que indica el parte de ausentes:

• Cameron Johnson (descanso).
• D’Angelo Russell (tibia).
• Bojan Bogdanovic (pie).
• Ben Simmons (espalda).
• Cam Thomas (isquiotibial).

Efectivamente, de los cinco jugadores más potables de que dispone (por ahora) Jordi Fernández mientras prosigue el descuartizamiento de su plantilla, ninguno pudo jugar anoche.

Los Clippers, a lo suyo

Y nada de esto era contagioso.

En frente tuvieron un rival, los L.A. Clippers, que hicieron un partido serio y responsable, con una buena tasa de acierto de cara al aro, y donde jugaron todos sus titulares, incluyendo un Kawhi Leonard que firmó su mejor partido desde su regreso, con 23 puntos y un 8 de 11 en tiros.

Los Clippers cerraron la velada con un 54,4% de efectividad, dominando, además, en el resto de facetas del juego, reboteando, asistiendo y robando más balones que los Nets, y perdiendo menos balones.

Vergüenza histórica

Todo esto dio lugar a uno de los resultados más históricos y bochornosos de lo que llevamos de siglo. El 126-67 final, supone, en primer lugar, empatar con la 8º anotación más baja desde el año 2000 por parte de un equipo en partido oficial.

Mientras que el margen de la paliza, que terminó siendo de un +67, se aupa de lleno hasta el top-3 histórico, sólo detrás del 152-79 (+72) que le endosaron los Grizzlies a los Thunder en 2021 (lo que han cambiado las cosas en OKC desde entonces..), y el 148-80 de los Cavaliers a los Heat en 1991.

Al término del primer cuarto, donde el resultado marcaba un empate a 21, nadie hubiese adivinado lo que se avecinaba; pero la diferencia de talento, química e intensidad fue degenerando en un esperpento que ni la afición de los Nets ni la presunta mejor liga del mundo, merece presenciar.

Aunque no será porque no lo advertimos. Su unión al grupo cangregil era inminente. Lo que sea, incluído el recibir el tercer mayor meneo de la historia, por Cooper Flagg.

(Fotografía de portada de Kiyoshi Mio-Imagn Images)