Ciencia, ética y estética
La mujer del César no solo debe ser honrada, sino parecerlo. Desde hace tiempo el FC Barcelona sufre los graves efectos de una alarmante falta de visión y rumbo. Sin culpabilizar a una directiva o a otra, ni a unos ismos o a los otros, ha llegado el momento de huir de una vez por todas del ‘conmigo o contra mí’ que tanto ha marcado la historia reciente del club, con demandas, juego sucio, cloacas del estado, política, celos, poder, forofismo, egoísmo o populismo. Muy lejos de estar al servicio de la entidad y de lo que representa para millones de personas y sin la generosidad necesaria para liderar la entidad deportiva con más proyección del mundo.
La mujer del César no solo debe ser honrada, sino parecerlo. Desde hace tiempo el FC Barcelona sufre los graves efectos de una alarmante falta de visión y rumbo. Sin culpabilizar a una directiva o a otra, ni a unos ismos o a los otros, ha llegado el momento de huir de una vez por todas del ‘conmigo o contra mí’ que tanto ha marcado la historia reciente del club, con demandas, juego sucio, cloacas del estado, política, celos, poder, forofismo, egoísmo o populismo. Muy lejos de estar al servicio de la entidad y de lo que representa para millones de personas y sin la generosidad necesaria para liderar la entidad deportiva con más proyección del mundo.
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